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miércoles, 20 de febrero de 2013

No al insecticida, dejemos cantar al grillo

Mente con desquicia “manintada”.
Siliconada con algo para dormir mejor;
La almohada posiblemente…

Profilaxis a la torácica,
Espolvoreando polvillo óseo al cerebro para no volverla a amar.

Cántico salivoso, llovizna para el grillo.
Uno más que se unió al pasador de zapatilla,
para pertenecer al club de los que no volverán a amar.

Y si probamos con la ruleta rusa?

Si de anciana te encuentro por la calle y te reconozco, juro que te agarraré a carterazos.
Probablemente salga en todos los titulares:
“Vieja loca agarra a golpes a su viejo amor”.

Si te encuentro hoy por la calle y te reconozco, juro que iré corriendo hacia ti y no te volveré a soltar nunca más.
…Y tal vez nadie diga nada.
Pero probablemente tú digas:
“Una joven loca trató de agredirme en la calle”

Creo que el destino ya no volverá a jugar a nuestro favor. No hubo jaque mate, ni tampoco te quedaste con la reina,  ni yo con el rey.
Ahora jugaremos en distintos tableros, y en donde sea que me toque estar de pié, yo recordaré siempre que “había una vez un rey”.

Clávame la daga

Vamos cabalgando por la frontera del perdón.
Donde ya se oye el silencio de la paz.
Donde tu recuerdo no hace daño.
Y contemplarte con una nueva ilusión romperá el hechizo del amor.

Anda, corre, hazlo!
Construye con tus propias manos los peldaños que me hagan llegar al cielo para jamás odiarte y no sentir dolor por no poder amarte.
Anda hazlo por mí, rompe el hechizo con tus manos, destrúyelo, mientras yo saltaré sobre los recuerdos y trataré del olvidarte.

Surrealismo Estelar

El arte de expresar los sentimientos es el don que no poseo con naturalidad.
Pero el arte de dejarse llevar por ellos despegaron sobre el disfraz anatómico luego de dos Stella Artois y un poco de funk.

 No encontré el puente que me podría hacer regresar a casa, donde la reproducción es clonación,  donde las palabras y los sonidos vocales sobran, simplemente volver al mundo telepático donde el verbo es viento.

La ropa comenzó a flotar por el espacio astral.
Los golpes de la caída al llegar la gravedad marcaron fuerte el no llevar en la sangre “el arte de expresar los sentimientos,  de no dejarse llevar por ellos sin necesidad de una “Stella Artois” y de dejarse llevar por la falta de gravedad en la húmeda isla de fluido metafísico con la vista de una famosa constelación.
Por no darle el visto bueno al trovador que lo imaginó todo, ya que de ser así sólo hubiera quedado en su imaginación, y no en un mañana que tuvo un ayer que justificar.